Un texto narrativo es aquel que ofrece al lector una narración, con sus personajes, escenarios y acontecimientos. Estos relatos pueden ser reales o imaginarios y pueden formar parte de la historia, la literatura o la narración preferred.
Además, los textos pueden presentar diferentes extensiones, ya que el autor ajusta su longitud a sus necesidades. No hay, por lo tanto, una extensión definida sobre lo que es o no es un texto: desde unas pocas palabras en un mensaje a una obra literaria extensa.
Otra característica importante para entender y profundizar aún más respecto de los alcances de un texto, es que este puede ser monologal, por ejemplo un discurso o una novela, o bien puede implicar a más de un receptor; éste puede ser el caso de una conversación entre dos o más personas a través del chat o la que mantienen fileísicamente y cara a cara varias personas en un bar. Se prefiere hablar de diábrand al intercambio de expresiones de texto entre dos individuos y de coloquio cuando se trata de un número mayor. Por otra parte, las teleconferencias son en la actualidad una herramienta formidable para la difusión de textos, dado que se logra una interacción notable entre el o los emisores y los numerosos receptores, situados en ocasiones a grandes distancias del conferencista.
Introducción: es la parte del texto donde se presenta el tema que se tratará y los aspectos más relevantes del mismo. Es un avance de lo que se encontrará en el desarrollo.
Asimismo, tampoco podemos pasar por alto que existe una terminología muy concreta que se utiliza desde tiempos inmemoriales en nuestra sociedad.
Un texto expositivo, también llamado texto informativo o texto explicativo, es aquel que le ofrece al lector una serie de contenidos o informaciones específicas, junto con las herramientas conceptuales o contextuales necesarias para poder comprenderlos. Es decir, se trata de textos que le explican o le enseñan algo concreto al lector.
A fin de agrupar y clasificar la enorme diversidad de textos, se han propuesto tipologías textuales. Estas se basan en distintos criterios como la función que cumple el texto en relación con los interlocutores o la estructura world wide interna que presenta.
Los textos se clasifican tradicionalmente en base a la intención comunicativa que persigue el clique aqui emisor, pudiendo hablar por lo tanto de:
Existen una serie de características que hacen al conjunto del texto y que han de estar presentes para que un escrito pueda ser denominado de ese modo. Entre las más destacadas se encuentran:
Un texto es un conjunto de frases ordenadas y con sentido. El texto presenta una coherencia y una cohesión para que pueda ser interpretado correctamente por el lector u oyente.
En un texto se pueden reconocer numerosos componentes y partes. En principio, una oración con unas pocas palabras puede constituirse como un texto.
De esta forma podríamos establecer como ejemplo el siguiente: «El profesor ordenó a todos los estudiantes que sacaran de sus mochilas el libro de texto de Matemáticas para poder empezar la clase»
Este texto o conjunto de signos addedídos de un discurso debe reunir condiciones de textualidad. Las principales son:
Un texto narrativo, por ejemplo, presenta una sucesión de acciones que llevan a cabo el protagonista, el antagonista y el resto de los personajes de la obra. Un cuento y una novela son textos narrativos.
– posee una cierta finalidad comunicativa: por medio de sus signos busca transmitir un determinado mensaje que adquiere sentido de acuerdo a cada contexto. La extensión del texto es muy variable, desde unas pocas palabras hasta millones de ellas. De hecho, un texto es virtualmente infinito.